lunes, 19 de enero de 2015

1Q84 Libro 1 - Haruki Murakami, 2009. Maxi Tusquets.

Inicio de una trama interesante, atrapa al lector y tiene personajes únicos. Es una fuerte invitación a seguir leyendo la historia.
Fabiola Rodríguez Loredo

FRASES:

No se deje llevar por las apariencias. Realidad sólo hay una. 

Me muevo, luego existo.

El tiempo se le enredaba en la memoria y se transformaba en una especie de hilo enmarañado. Perdía el eje que lo mantenía recto y todo se alteraba. 

Quienes se paraban más de lo necesario a elegir el tipo de bebida en un bar por lo general eran cándidos en el sexo.

En este mundo no hay nadie irreemplazable. Por muchos conocimientos o habilidades que se tengan, por lo general siempre hay un sucesor en alguna parte.

Yo no soy la que está enloqueciendo, es le mundo.

En el fondo, todos esperamos la llegada del fin del mundo.

Estar siempre en disposición de protegerse en importante. Una no puede resignarse a ser atacada. La debilidad crónica corroe a las personas.

Cuando en una novela se incluye algo que ningún lector ha visto en su vida, es necesario describirlo con todo detalle u precisión.

Los malos presentimientos suelen hacerse realidad más veces que los buenos.

El ser humano, en resumidas cuentas, sólo es un portador de genes, no es más que una vía. Esos genes van pasado de época en época a través de nosotros, como si corrieran en caballos hasta reventarlos.

Es verdad que quedarse embarazada y concebir hijos no es la única alegría en la vida de una mujer. Constituye una libertad más, con independencia de la vida que elija. Pero que a una mujer le usurpen a la fuerza y de antemano el derecho innato que, como mujer, le corresponde por naturaleza es imperdonable, se mire como se mire.

La violencia no siempre adopta formas visibles y las heridas no siempre manan sangre.

Aquellos ojos me estaban mirando. Pero, al mismo tiempo, no miraban nada. En aquellos había ausente algo importante. 

Vayas a donde vayas, hagas lo que hagas, no podrás escapar de la presión de esta agua. Este recuerdo determina tu persona, modela tu vida, te arrastra a cierto lugar específico. Por mucho que luches, no podrás liberarte de esta fuerza.

Podría decirse que la carencia de cuerpo es la esencia de esa religión. Utilizando las palabras de McLuhan, el medio es el mensaje. 

Los perpetradores pueden racionalizar sus actos aduciendo cualquier motivo que les convenga y olvidarse después. Pueden apartar la vista de aquello que no quieren ver. Pero las víctimas no pueden olvidar. No pueden mirar hacia otro lado. La memoria se transmite de pares a hijos. El mundo, Aomame, es una lucha eterna entre una memoria y otra memoria opuesta.

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