miércoles, 7 de enero de 2015

Alicia en el país de las maravillas. Carroll Lewis, 1865. Debolsillo.

Me fascina como se representan las actitudes cotidianas de la raza humana en esta lectura que es siempre actual. En este país y en el de Alicia, no existe "lo normal".
Fabiola Rodríguez Loredo


FRASES:

Como no podía dar respuesta a sus preguntas, poco importaba la manera de hacerlas. 

Vamos a ver: ¿era yo la misma al levantarme está mañana? Casi creo recordar que me sentía un poco distinta. Pero si no soy la misma, la pregunta siguiente es: quién diablos soy? ¡Ah, ese es el gran enigma!

- Podrías decirme por favor, qué camino he de tomar para salir de aquí? 
- Depende mucho del punto a donde quieras ir -contesto el gato
- Me da casi igual adónde -dijo Alicia.
- Entonces no importa qué camino sigas -dijo el gato.
-... siempre y cuando llegue a alguna parte -añadió Alicia a modo de explicación.
-¡Ah!, seguro que lo consigues -dijo el gato-, si andas lo suficiente.
Alicia comprendió que el argumento era irrefutable.

El Tiempo no soporta que lo marquen ni que lo clasifiquen. En cambio, si estuvieras con él en buenos tratos, haría casi todo lo que tu quisieras con el reloj.

¿Que será de mi? Aquí son terriblemente aficionados a decapitar ¡y lo asombroso es que aún quede gente con vida! 

-Si no lo firmaste -dijo el Rey-, el caso es aún más grave. Tu intención debió ser siniestra; de lo contrario, lo habrías firmado como hace cualquier persona decente.

Sentada, con los ojos cerrados, la muchacha casi se creía en el País de las Maravillas, aunque supiera que, con sólo abrir de nuevo los ojos, todo recobraría su insípida realidad.

Más información:
http://es.m.wikipedia.org/wiki/Alicia_%28Alicia_en_el_Pa%C3%ADs_de_las_Maravillas%29

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